Construir una sana autoestima es la base para mantener una relación saludable con nuestro entorno. Susi Lizón, psicóloga sanitaria y sofróloga, impartirá en la Academia Internacional de Sofrología, a partir del próximo martes día 13 de febrero, el curso ‘Autoestima sana y comunicación constructiva’. Adquiriremos herramientas necesarias para establecer vínculos saludables y aprenderemos técnicas sofrológicas que nos permitirán mejorar la relación con nosotros mismos y con los demás.
En esta entrevista comparte con nosotros algunas claves para reconocer y adquirir una sana autoestima.

– Susi, tú eres psicóloga sanitaria y sofróloga y haces talleres para mejorar la autoestima ¿cómo podrías definir qué es una autoestima sana?
La autoestima es como el sistema inmunológico de nuestra consciencia, como bien señalaba el psicoterapeuta Nathaniel Branden. De la misma manera  que tenemos un sistema inmunológico en nuestro cuerpo que nos protege de padecer determinadas enfermedades, tener una autoestima sana es contar con un sistema inmunológico de nuestra consciencia fuerte que nos protege de padecer determinados trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico; igualmente, nos previene de tener conflictos en nuestras relaciones interpersonales. Podríamos decir que la autoestima nos hace resistentes al estrés y a las situaciones adversas de la vida.– ¿Cómo sabemos si tenemos una sana autoestima?
La autoestima auténtica no está basada en el logro, o en el éxito. El éxito profesional, económico, sentimental, etc., está muy bien, podemos disfrutarlo cuando lo tenemos, pero no es ahí donde se encuentra la fuente de la auténtica autoestima.
La sana autoestima de la que estamos hablando no se encuentra en el tener ni en el hacer, sino  en el ser, “yo soy valioso” de forma intrínseca, más allá de lo que tengo, de lo que hago y de los roles que ejerzo en la vida.

– Entonces, ¿qué es lo que realmente marca la diferencia entre tener una sana autoestima y no tenerla?
Lo que realmente marca la diferencia entre tener una sana autoestima y no tenerla no solo es la capacidad para reconocer nuestras fortalezas y cualidades positivas, que, por supuesto esto es importante, lo que realmente marca la diferencia, es la capacidad para querernos, a pesar de nuestros defectos, nuestros fracasos, nuestras limitaciones y las cosas que no nos salen bien. Así, podemos decir que la autoestima no tiene que ver con el perfeccionismo sino con la aceptación, la aceptación de nuestra parte vulnerable.
– Susi, tú haces talleres de autoestima y comunicación constructiva con sofrología, ¿qué aportan las técnicas sofrológicas a este trabajo?
La sofrología nos aporta el espacio de comunicación interna que favorece la aceptación y la valoración con uno mismo, permite descubrirnos y conocernos, facilitando una actitud amable y positiva hacia nosotros y el mundo que nos rodea. Por otro lado, nos permite conquistar un fondo de serenidad desde el que poder gestionar las emociones difíciles que se suscitan en nuestra relación con los demás, favoreciendo una comunicación más constructiva y empática.