El ser humano es, para la Sofrología Caycediana, una entidad bio-psico-social. El cuerpo y la mente están intrínsecamente unidos: los cambios físicos afectan a la mente y los pensamientos y emociones afectan al cuerpo.
«SOMATIZAR» POSITIVA O NEGATIVAMENTE
La palabra «somatización» proviene del término latino «soma» que significa «cuerpo». Se refiere a la tendencia a transformar los problemas psicológicos, involuntariamente, en síntomas físicos. Se puede somatizar positiva o negativamente. En este segundo caso, es común desarrollar malestares fisiológicos:
dolor de cabeza, dolor muscular o abdominal, nudo en la garganta…
Son señales de alarma que el cuerpo, inteligentemente, nos envía.
Las somatizaciones pueden ser de larga o corta duración. En función de su impacto, intensidad o duración, las somatizaciones desagradables o negativas pueden manifestarse como un simple síntoma pasajero (tensión muscular, espasmos) o se pueden convertir en dolores crónicos, trastornos psicológicos (ansiedad, depresión); o incluso, si ignoramos las primeras advertencias, en enfermedades. La práctica de la Sofrología desarrolla la consciencia corporal y nos permite ser más receptivos a estas señales. También ayuda a establecer una relación positiva y una buena percepción de nosotros mismos para conseguir gradualmente un estado de serenidad y bienestar designado por el neologismo «estado sofrónico».
SISTEMAS
Para conocernos mejor y experimentar la integración cuerpo-mente, el Dr. Caycedo identificó seis “sistemas de integración». En cada sistema podemos percibir sensaciones agradables y desagradables. La Sofrología ayuda a descubrirlas, a reforzar las positivas y a eliminar las negativas.
La técnica del sofro-desplazamiento del negativo es muy útil a la hora de liberar la carga física y emocional que vamos acumulando a lo largo del día.
Os deseamos un buen entrenamiento!
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