El estrés influye en nuestro estado mental (diálogo interno) y emocional (angustia, tristeza, felicidad); personalidad (perfeccionismo, optimismo), capacidades (cualidades comunicativas, empatía) y valores de la persona (responsabilidad). A nivel físico está asociado a la hipertensión arterial y a las arritmias cardíacas malignas. Según un estudio publicado recientemente por The American Journal of Cardiology, las personas con un alto nivel de estrés tienen un 27 % más de riesgo de padecer una cardiopatía.
Desde el punto de vista sofrológico es importante “tomar consciencia”; escucharnos a nosotros mismos; escuchar nuestro cuerpo para reconocer las señales de alarma y poder detectar cuándo el estrés se vuelve crónico y puede convertirse en una enfermedad psicosomática. La Sofrología está presente dentro de los métodos que la Federación Francesa de Cardiología recomienda para gestionar y reducir el estrés.
La práctica de la Sofrología permite desarrollar la autoconsciencia y proporciona herramientas concretas para aprender a relajarnos y recuperarnos.
Desde el punto de vista sofrológico es importante “tomar consciencia”; escucharnos a nosotros mismos; escuchar nuestro cuerpo para reconocer las señales de alarma y poder detectar cuándo el estrés se vuelve crónico y puede convertirse en una enfermedad psicosomática. La Sofrología está presente dentro de los métodos que la Federación Francesa de Cardiología recomienda para gestionar y reducir el estrés.
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