No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se lo puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo.
Galileo Galilei
Sofrodeporte
Donde hay un deportista compitiendo, siempre hay un contrincante. O dos, o más… Aunque la competición, más allá de la modalidad de deporte practicado, gravita especialmente en el propio rendimiento individual (como puede ser el caso de los atletas, los golfistas, los esquiadores o incluso los jugadores de tenis) siempre, en cualquier circunstancia, el deporte de competición precisa de un adversario, alguien con quien rivalizar y a quien superar.
Y en todos los casos, en todos los deportes, existe también otro contrincante -que aunque invisible- siempre está ahí. El más inclemente, el más riguroso de todos: es la propia mente del que compite.
El deportista de competición va siempre acompañado por dos socios que nunca le abandonan: sus propios pensamientos y sus emociones. Ambos son capaces de saltarse cualquier “filtro” y aparecer, en su versión más despiadada, cuando menos se les necesita. El deporte es un elemento cuajado de automatismos y todo aquello que interfiera en la realización estructurada de sus protocolos automáticos, se convierte en una piedra que se introduce en su sofisticado engranaje para arruinarlo.
Aprender a identificar pensamientos y emociones, ejercitarse en su gestión y prepararse para modificar su espectro y encauzarlos hacia la positividad son tareas importantes que no debe olvidar ningún deportista cuyo propósito sea alcanzar sin trabas el mejor rendimiento que sea capaz de lograr.
El ámbito de la sofrología
La sofrología es una herramienta que puede ayudar al deportista a gestionar pensamientos y emociones “desde fuera”, es un entrenamiento que le proporciona perspectiva, visión de conjunto y serenidad e influye de manera positiva en su bienestar y en su rendimiento.
El conocimiento de las técnicas que propone la sofrología permite a la persona aumentar su atención y su concentración. Así, emociones como la rabia o el miedo –que son las que provocan un mayor grado de desconcentración puesto que impiden la canalización de la atención y del esfuerzo- pueden gestionarse mucho mejor con su práctica. Además, estas emociones impiden que la persona disfrute con la experiencia de su actividad deportiva, con la consiguiente pérdida de motivación e ilusión.
Así, aspectos como el incremento de la motivación intrínseca, la posibilidad de centrarse en el proceso de aprendizaje y de progreso más que en los resultados obtenidos, la marcación de objetivos en el ámbito de las propias posibilidades – lo que en sofrología denominamos conocimiento de la propia “realidad objetiva”- la implicación en la propia tarea y el aumento de la responsabilidad y la mejora de la capacidad de elección- se ven reforzados e incrementados con la práctica de la técnicas propuestas por la sofrología. Todo ello dentro de un marco de respeto por la propia capacidad de evolución y de decisión del deportista.
La función de la sofrología
La sofrología ayuda al deportista a acallar la mente, a atender y gestionar las emociones y a sentir objetivamente las respuestas -y las demandas- del propio cuerpo. El discernimiento entre las sensaciones y los sentimientos que se tienen en los momentos en que las cosas no funcionan –o en los momentos en que sí funcionan- es vital para una práctica deportiva de alta calidad.
El cuerpo es vasallo de de los designios de la mente. Por esto es tan importante la identificación y la gestión de pensamientos y emociones. La persona que practica un deporte de alta competición, o de competición a secas, no sólo debe atender a aquello que va bien para identificarlo, repetirlo e integrarlo en su rutina de automatismos, sino que debe ser capaz de tener una eficiente “mirada externa” que le permita automotivarse, comprometerse con sus propias decisiones y elecciones y sentirse de acuerdo y plenamente responsable de sus iniciativas.
En el mismo orden de cosas, pero ya desde su mirada “interna”, es conveniente que el deportista atienda e incremente su desarrollo personal, su autoestima, la seguridad en las propias capacidades, la confianza en sí mismo, el autoconocimiento y el control de aquello que le inquieta. Debe ser capaz de reconocer esas sensaciones y sentimientos que se despiertan cuando algo sale mal y a aquello que siente, o que se dice a sí mismo, cuando cree que algo va a salir mal. Reconocerlo y transformarlo.
Objetivos de la práctica sofrológica
El objetivo principal de la práctica sofrológica es mejorar el rendimiento.
Esto se consigue mediante la consecución de unos objetivos secundarios que también pueden ser inducidos por el entrenamiento en las técnicas propias de la sofrología,
Objetivos secundarios: mejora de las capacidades físicas, mentales y emocionales.
Para ello el deportista debe estar preparado para identificar las situaciones que entren en conflicto con estos objetivos, generar soluciones alternativas, reafirmar su identidad y su autoestima, gestionar con eficiencia sus reacciones emocionales (especialmente la ansiedad anticipatoria, la frustración y el desencanto) y canalizar estos sentimientos para convertirlos en potenciales generadores de transformación y aprendizaje.
Las técnicas propias de la sofrología
Las técnicas propias de la sofrología están diseñadas, cuando se aplican a la práctica deportiva, para satisfacer estos objetivos.
Aunque el protocolo de aplicación del entrenamiento sofrológico es personalizado y está planificado por el sofrólogo para cada caso individual, se puede decir de forma genérica que el programa que se asigna a los deportistas se inicia habitualmente con una serie de técnicas respiratorias que permiten el aprendizaje de una respiración más efectiva y promueven el aumento de la percepción del propio cuerpo. Conjuntamente con ellas se van aprendiendo técnicas de relajación y contemplación que se van practicando de forma paulatina y escalonada y que ayudan al practicante a hacerse cargo de una manera efectiva de la situación en que se encuentra y a generar soluciones creativas – diferentes o alternativas- a aquellas que ha automatizado desde siempre y que se han mostrado repetidamente ineficaces. Es mediante estas técnicas que se mejoran la atención y la concentración lo que permite al deportista una óptima canalización de sus reacciones emocionales y una efectiva identificación y sustitución de los pensamientos destructivos.
Se añaden a ellas otras técnicas de autoentrenamiento y relajación dinámica que promueven la recuperación física y mental, ayudan a liberar las tensiones negativas e inducen la somatización –la puesta en el cuerpo- de las positivas.
La sofrología aporta otras técnicas especializadas en la consolidación de los aprendizajes y programación y planificación de sucesos venideros con confianza e ilusión. Son las técnicas de futurización propuestas por la sofrología y usadas desde hace muchos años por deportistas de alto nivel como el añorado Severiano Ballesteros (q.e.p.d.), Joan Llaneras (ciclista de pista en la modalidad de Madison y varias veces campeón olímpico), Luis Enrique Martínez (entrenador del primer equipo del F.C. Barcelona), Beatriz Ferrer Salat (dos medallas en la especialidad de Doma Clásica en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004) y Jorge Lorenzo (tricampeón del mundo de MotoGP) entre otros.
Testimonios
La sofrología es un magnífico entrenamiento para aquellos que quieran optimizar su rendimiento deportivo, personal o profesional.
Luis Enrique, entrenador del primer equipo de futbol del F. C. Barcelona.
“Quiero dedicar este título a mucha gente, a mucha, pero, especialmente, a todos aquellos que tienen un sueño” declaró Lorenzo sólo bajarse de la moto. “Creo que todos en la vida tenemos un talento para explotar, todos. Yo soy un buen ejemplo. Sólo es cuestión de encontrarlo, esforzarse al máximo, tener fe ciega en uno mismo y que no te importe demasiado lo que piensen los demás. Así es como se consiguen estas cosas, las grandes conquistas”.
Jorge Lorenzo, tricampeón mundial de MotoGP y practicante de Sofrología. el Periódico, 11 octubre 2010.
Le quería dar las gracias por el curso de sofrodeporte. Estoy muy contento de cómo me está ayudado a dominar cada vez más mis emociones y el estrés del entrenamiento y estudio de las oposiciones para bombero. En pocas semanas empecé a mejorar mi estado de ánimo, ilusión y con ello el mejor control de las situaciones. Es increíble cómo me ha ayudado a mejorar los cronos, la memoria, la relajación y rendimiento.
Aconsejo este curso a toda persona que desee convertir el deporte que practica en una manera de sentir el amor a la vida.
Muchas gracias
S.M., Mallorca
Desde el punto de vista personal la larga lista de estas aportaciones se puede resumir en una mayor consciencia de mi mismo, de mis logros y mis miedos, de mis deseos y mis afectos lo que influye en todos los aspectos de mi existencia proporcionándome la posibilidad de conocerme mejor. Deportivamente el cambio es indiscutible: lenta y firmemente voy ampliando las posibilidades de practicar mi deporte con mayor seguridad, con atención a todo lo que me importa, no sólo a los resultados al final de la competición sino también al estado de ánimo que he ido sintiendo durante su transcurso. Esto ha conseguido que, sin ser muy consciente de ello y casi sin pretenderlo, mi handicap haya mejorado de forma ostensible.
Parece mentira, y es casi una ironía, que durante tantos años todo esto me haya pasado desapercibido y que ahora, en mi madurez, la Sofrología aparezca en mi vida para enseñármelo.
JA. B. F., Director General de una Multinacional y jugador semiprofesional de golf.
“Cómodo, ameno y eficaz. Éstas son las palabras que me vienen a la cabeza cuando pienso en mi experiencia formativa en Sofrología a través de Skype. ¡He podido seguir el curso desde otro país! Poder realizar las técnicas de relajación en un espacio tranquilo y desde la comodidad del hogar siguiendo las instrucciones del profesor en tiempo real me ha permitido una mejor integración de los contenidos. Además, cabe destacar el ahorro de tiempo al no tener que desplazarme. Para mí, ésta es una buena forma de sacar partido a las NTIC.”
A. A., siguió el curso desde Roma.
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